Antes llamada Thera (de Teras, su mítico fundador), quizá antes Kallisté (la más bella, como la leyenda en la famosa manzana de Eris, la Discordia), Santorini es un pequeño archipiélago circular formado por islas volcánicas, ubicado en el sur del mar Egeo, a unos 200 km al sureste del territorio continental griego. Forma el grupo de islas más meridional de las Cícladas, con un área aproximada de unos 73 km² y una población de trece mil cuatrocientos dos habitantes en 2001.
Bueno, pues me acabo de enterar hace poco del origen del nombre actual:
el nombre actual (Σαντορίνη) es de origen italiano, en concreto debido a los mercaderes venecianos medievales que la llamaron Santa Irene en italiano (Sant' Irene) en honor a la patrona de la isla Santa Irene de Tesalónica. Este nombre se conserva y evoluciona en Santo Rini luego Santorini. Después de la unificación del archipiélago a Grecia en 1840, este reanuda oficialmente el nombre antiguo de Tera, pero se utiliza mayormente el nombre de Santorini. (fuente Wikipedia).
Y ya que hemos mencionado el origen de sus nombres, demos un paseo por su historia: según la mitología, fue fundada por Cadmo cuando viajaba en busca de su hermana Europa, raptada por Zeus en forma de Toro.
Pero quizá el acontecimiento más conocido de esta isla es la brutal explosión que en ella había hacia el 1600 a.C., que supuestamente contribuyó a la desaparición de la civilización minoica, en la cercana Creta.
Actualmente el volcán sigue activo, pero ya nunca desde aquella fecha fatal ha vuelto a ser de carácter explosivo.
En sus antiguas ruinas en Acrotiri se han encontrado unos magníficos frescos de la misma época que los hallados en Cnossos, Creta: