Gracias a Bartomeu Obrador y Diego Corral conocemos esta imagen que
circula en Twitter (Dimitar Bechev); recordemos que Pericles murió en la
peste de Atenas.
A continación, os dejo el siguiente texto de Tucídides, uno de los primeros historiadores de nuestra civilización, que tuvo el raro privilegio de contagiarse pero sobrevivir:
“Los que estaban sanos, veíanse súbitamente heridos sin causa alguna
precedente que se pudiese conocer. Primero sentían un fuerte y excesivo
calor en la cabeza; los ojos se les ponían colorados e hinchados; la
lengua y la garganta sanguinolentas, y el aliento hediondo y difícil de
salir, produciendo continuo estornudar —escribió, recordando el suceso,
en su 'Historia de la guerra del Peloponeso'—; la voz se enronquecía, y
descendiendo el mal al pecho, producía gran tos, que causaba un dolor
muy agudo”. La descripción de los síntomas que hace Tucídides llega a
detallar las características de las pústulas, la tonalidad de los
vómitos y la incapacidad de conciliar el sueño a causa del dolor".
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